
La vida sedentaria es causa de preocupación en los expertos ya que el estilo de vida moderno ha traído consigo graves problemas como el exceso de peso. El cuidado del corazón requiere de una vida activa, de movimiento y de mucha vitalidad.
¿Cómo acabar con la vida sedentaria?
1. En primer lugar, conviene tomar conciencia de que estar quieto todo el tiempo no es bueno ni a nivel físico ni a nivel mental. Pasar una tarde dando rienda suelta a la pereza de no hacer nada es un capricho muy sano para ocasiones puntuales pero cuando este hábito se prolonga más allá de lo estrictamente permitido, entonces, surge el malestar.
2. Aprovecha la motivación que produce el buen tiempo para tomar un cambio de hábitos de vida ya que la llegada del verano es especialmente propicia para adoptar nuevas rutinas. Por ejemplo, acudir todos los días a la piscina para nadar. También puedes quedar con un amigo para jugar al tenis. O aprovechar el final de la tarde para salir a pasear.
3. No abuses de la comodidad que ofrece las nuevas tecnologías. Por ejemplo, aunque hoy es posible hacer la cesta de la compra a través de internet, en realidad, es mucho más practico acudir al supermercado y hacer los recados en el barrio. Las nuevas tecnologías, llevadas al extremo, pueden hacer que te quedes muy cómodo en tu casa, pero es importante buscar obligaciones y rutinas para salir.
4. Evita las ideas equivocadas. Es posible hacer deporte a cualquier edad, por supuesto, de una forma adaptada y personalizada a las circunstancias de cada persona. Pero incluso las personas mayores tienen que apostar por la actividad de salir a caminar todos los días.
5. Es importante caminar con calzado cómodo todos los días para recorrer la ciudad, de lo contrario, se pueden producir ciertos problemas, por ejemplo, dolor de espalda.
6. Establece un compromiso con otras personas. Por ejemplo, puedes quedar con tus amigos para jugar un partido de fútbol semanal.
Ponte en movimiento y disfruta de una vida sana. Cuida tu corazón.

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Las ilusiones alimentan el corazón y lo llenan de vida. Es bonito renovar el alma con nuevas ilusiones que son como puertas, es decir, abren el espíritu de par en par que se extiende más allá de sí misma. La búsqueda de ilusiones es una responsabilidad propia. Nunca va a aparecer un mago en la puerta de tu casa al más puro estilo del hada madrina de Cenicienta. En la vida, tú eres el mago de tus ilusiones al poner la semilla a través de la actitud.
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No es mentira cuando las madres suelen decir que el desayuno es la comida más importante del día; por alguna razón, ellas no pueden despegarse de la mesa hasta ver que acabas todo lo que hay en la mesa. Tu cuerpo ha permanecido horas durmiendo y, aunque no lo creas, durante el sueño gastas suficiente energía. Consumir alimentos sanos a la hora del desayuno es garantía de contar con los nutrientes diarios necesarios. Si tú eres ese tipo de persona que desayuna una dona y una gaseosa seguramente ya tienes o estás más cerca del sobrepeso: no abuses del azúcar.
La mayoría de gente está ocupadísima y viven apuradas. Algunos dicen: «no podré demorarme en el almuerzo, tengo una reunión importante» o «vamos a comer algo rápido» y tal vez cometen un error craso que a largo plazo tiene sus resultados. Hay que masticar cuantas veces sea necesario; tragarse la comida, literalmente, es dejarle demasiado trabajo a tu estómago. Además, por comer más rápido no saciaras el hambre. Tómate un tiempo para comer despacio. No hay afán cuando se trata de tu salud. Fija una hora para comer y cúmplela cada día.
Es hora de hidratarte bien. Si no consumes la suficiente agua y productos líquidos durante el día puedes llegar a experimentar dolor de cabeza, disminución de la presión sanguínea, e incluso desmayarte en el momento menos apropiado. Debes tomar agua para evitar la deshidratación. No por menos el agua se ha convertido en centro de atención en el mundo, porque sin agua nadie podría sobrevivir.
Aguantar el hambre es más común de lo que parece y en muchos casos no necesariamente depende de la falta de abastecimiento de alimentos, sino de la pereza. Si es tu caso, te invitamos a que te levantes de la silla ahora mismo y vayas a comer algo, no es tiempo de aguantar si el estómago te cruje. Además, aguantar el hambre puede desencadenar en un caso de hipoglucemia. Y si tienes la mala idea de comer demasiado al almuerzo para saciar tu hambre de la mañana, sí que haces un mal con tu organismo.
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