Cuando hablamos de un producto derivado de las abejas, en lo primero que pensamos es en la miel, y aunque este producto orgánico es sumamente beneficioso, en la colmena también se da lugar la producción de otros tipos de productos iguales o incluso más favorables para la salud que la miel. Por lo tanto, hoy en VivirSalud veremos algunos de los beneficios de la jalea real en la alimentación.
La jalea real es una sustancia bastante espesa y de una coloración un poco más clara que la miel y algo blanquecina, que se utiliza en la colmena para alimentar a la reina durante toda su vida. En realidad, esta alimentación es lo que eleva al trono a una abeja, por lo que ya podremos sacar de esto algunas conclusiones acerca de sus beneficios.
Para su elaboración, las abejas obreras utilizan un grupo de componentes orgánicos externos y otros de su propio organismo: por un lado emplean néctar, agua y miel, a los que se le mezcla hormonas y contenido vitamínico y salival.
De esta forma se obtiene un producto nutricionalmente muy potente, pensado para dotar a la reina con la energía y fuerza suficiente para producir la próxima generación de abejas, tarea nada fácil si tenemos en cuenta que una sola reina puede poner más de 2000 huevos al día, por lo que los beneficios que recibe a través de la jalea real, también pueden trasmitirse al organismo humano tras su consumición.
Posibilitar un esfuerzo de tal magnitud como en el caso de la abeja reina y sus huevos sólo puede ser obra de un alimento que se caracterice por sus cualidades benéficas. Así que veamos qué efectos puede tener la jalea real sobre las personas:
Su alto contenido en aminoácidos, vitaminas (C y complejo B), minerales (hierro, calcio, manganeso y sodio), flavonoides y carotenos permiten fortalecer el sistema inmunológico, estimulando gran parte de las reacciones químicas del organismo.
Mediante un estimulo en la producción celular de neuronas y células gliales, la jalea real ayuda a prevenir problemas cerebrales y patologías como el mal de Parkinson o el Alzheimer.
Se ha comprobado que el consumo de jalea real ayuda a reducir los niveles de colesterol malo y lípidos, a través de una inhibición de su producción natural por parte del organismo y de la absorción del colesterol contenido en los alimentos, así como incrementando la evacuación a través de los intestinos.
Al provocar una dilatación vascular, la jalea real permite una reducción de la presión arterial y del riesgo de padecer accidentes cardiovasculares.
De la misma forma que la mayor parte de los productos de las abejas, la jalea real proporciona un efecto de rejuvenecimiento sobre el organismo, especialmente reflejado en la revitalización de la piel y la producción de colágeno.
Y además, este producto orgánico ha demostrado ser beneficioso también para reducir inflamaciones, para tratar y desinfectar heridas, detener el avance del cáncer, estimular la fertilidad y aliviar muchos de los síntomas de la menopausia.
Pero recuerda que cuando vayas a consumir este alimento, no debes hacerlo en exceso, sino en forma moderada o en forma de tratamiento médico. Si quieres complementar esta información, no dejes de consultar los beneficios del polen de abejas. Ya tienes más de una razón para incorporar jalea real en la alimentación diaria.
La cuenta atrás para el final del verano es un hecho a pesar de estos días de calor intenso que nos recuerdan el sabor menos dulce de la época estival. Sin embargo, estos días de altas temperaturas, en donde se reduce la actividad, es positivo poder pensar en uno mismo. Sencillamente, en medio del descanso crece la introspección y la capacidad de mirar por ti y por tu bienestar.
