Sin lugar a dudas, la práctica de Pilates es el ejercicio del siglo XXI. Al principio, sólo algunos se animaban a acercarse, aquellos que lo veían como una extensión del yoga o prácticas de meditación semejante. Pero hoy ya no tiene límites de edad, género ni contextura física. Desde jóvenes deportistas a madres amas de casa o abuelas jubiladas, todos encuentran en el Pilates un método para sentirse mejor físicamente. Y no están para nada equivocados. El Pilates es uno de los entrenamientos con mayor variedad de beneficios para el cuerpo, y por ello te damos 10 motivos para hacer Pilates y sumarte a la movida.
El pilates es quizás el entrenamiento que más músculos trabaja, al tomar al cuerpo como un todo integrado. Por ello, es muy aprovechado por deportistas que están acostumbrados a trabajar sólo cierto sectores del cuerpo para lograr un balance general en su organismo.
Decíamos que el pilates es practicado por una gran diversidad de personas. Esto es posible porque dispone de una variedad tal de ejercicios que pueden ser perfectamente adaptados a atletas profesionales como principiantes. Cada cual encontrará en el pilates su rutina para ejercitarse de la mejor forma.
Así se denomina a los músculos de la espalda, el abdomen y la pelvis, sobre los cuales se sostiene el cuerpo. Tener estos músculos entrenados ayuda a evitar dolores y mejora la postura del cuerpo, quitándole trabajo al cuello y las piernas, principales zonas afectadas por las malas posiciones.
El Pilates promueve las habilidades de percepción y manejo del cuerpo a través de la mente, ayudando en la coordinación de los movimientos y haciéndonos más dúctiles a la hora de movernos.
Al contrario del gimnasio de aparatos, el Pilates no busca marcar los músculos a través de la contracción, sino que promueve el desarrollo de una musculatura larga y fuerte de base.
Los movimientos lentos y estirados que propone la práctica de pilates genera una mayor flexibilidad de nuestro cuerpo al trabajar sobre los músculos de una manera particular, alargándolos en vez de contraerlos.
La coordinación entre cuerpo y mente, y la pasividad con la que se realizan los movimientos permiten adaptar la respiración al ritmo de ejercicio, ayudándonos a inspirar más oxígeno y expirarlo pausadamente.
El método Pilates consiste básicamente en estirar el cuerpo, y como todo aquello que se estira suele perder volumen. Eso ocurre con nuestro abdomen, que por estar en el punto medio del cuerpo es una de las zonas más trabajadas durante este entrenamiento. El abdomen inferior, particularmente, es una de las zonas más activas durante el Pilates, ayudándonos a lograr un abdomen plano.
La combinación de ejercicios de fuerza con trabajos de relajación liberan permanentemente hormonas positivas, provocando una sensación de bienestar en todo el cuerpo.
Para muchas mujeres, el Pilates es la solución a los problemas de incontinencia ya que actúa directamente sobre la zona pélvica.
Estas son las razones por las cuales puedes realizar ejercicios de Pilates. Son buenos para tantas cosas y tan diferentes como fortalecer los abdominales y sentirse mejor emocionalmente. Cuéntanos, ¿has hecho Pilates? ¿Te has sentido mejor?
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