jueves, 13 de diciembre de 2012

Cómo solucionar el Problema de Sequedad Vaginal

sequedad vaginal



Aunque la sequedad vaginal es un fenómeno común en el climaterio debido a la disminución de los estrógenos, muchas mujeres lejos de estar acercándose a la menopausia, experimentan dificultades a la hora de lubricar, ocasionándoles problemas sobre todo en su vida sexual.


Uno de los mayores inconvenientes de la falta de lubricación es el dolor durante el coito o dispareunia, lo que se traduce en una pérdida del apetito sexual, cosa que es entendible. ¿ A qué persona le apetece practicar sexo doloroso? Quitando a ese pequeño sector sadomasoquista que habrá contestado a esta pregunta – a mi si!, la verdad es que a ninguno de nosotros nos atrae la idea de mantener relaciones sexuales dolorosas.


Los cambios hormonales que se producen en el embarazo o después del parto provocan una disminución de los fluídos vaginales que se suelen recuperar una vez terminada la lactancia.


De la misma forma que en las situaciones anteriores se ven alteradas las hormonas femeninas, al llegar la menopausia también hay cambios hormonales, pero esta vez no serán pasajeros, sino que llegan para quedarse. Esta disminución sobre todo de estrógenos provoca que la hidratación natural de la vagina se vea afectada.
Si no estas atravesando ninguna de estas 3 situaciones y aún así tienes problemas de lubricación debes responderte a la siguiente pregunta. ¿Siempre he tenido este problema o ha surgido de repente?


Si siempre has tenido dificultades para lubricar correctamente, puede que tengas alguna alteración hormonal y deberías consultarlo con tu médico o ginecólogo.
Si por el contrario no habías tenido problemas hasta la fecha, debemos descubrir que es lo que ha pasado recientemente que ha propiciado ese cambio.


¿Has tenido problemas en el trabajo, con tu familia o pareja? El estrés, la depresión y la ansiedad pueden incidir disminuyendo o incluso inhibiendo por completo la secreción del flujo vaginal.


Otras posibles causas son el consumo de anticonceptivos, otros medicamentos (antidepresivos, antihistamínicos, diuréticos, antihipertensivos,…etc.), el tabaco, alcohol, marihuana, y algunas patologías como la diabetes o la vaginitis (inflamación de los tejidos vaginales).


Si aún no has utilizado hidratantes de la zona íntima, lubricantes de toda la vida, puede ser un buen momento para comenzar a hacerlo. Eso si, elige siempre los lubricantes que son solubles en agua. No utilices vaselinas o aceites minerales, ya que pueden adherirse a tu mucosa vaginal e incluso modificar su PH favoreciendo las infecciones. La vaselina además daña el látex de los preservativos, volviéndolos más frágiles. No querrás salir corriendo por un “accidente inoportuno”…¿ verdad?


Para la higiene íntima, con agua y un jabón suave y neutro o ligeramente ácido es suficiente. Muchas veces las toallitas de higiene íntima tienen perfumes y otras sustancias que lo único que provocan es irritar y resecar la vagina.


Otro truco que suele dar muy buenos resultados es añadir a tu dieta alimentos ricos en isoflavonas, sustancias capaces de regular las hormonas sexuales. La soja es uno de estos alimentos ricos en isoflavonas.


Mantente siempre bien hidratada, bebiendo abundantes líquidos (agua y zumos naturales). La deshidratación también es una causa de sequedad vaginal.
Puedes consultar con tu ginecólogo la terapia hormonal sustitutiva.


Los ejercicios de kegel y la gimnasia abdominal hipopresiva aumentan el flujo vaginal.


En cuanto a posturas sexuales que favorezcan el flujo vaginal, todas aquellas en las que la mujer está incorporada o ligeramente incorporada, incluso en aquellas posturas que la mujer permanece de rodillas, permite que los fluidos vaginales se trasladen a zonas más externas de la vagina. En cambio cuando la mujer esta tumbada boca arriba, la lubricación vaginal suele concentrarse en zonas cercanas al útero.


Ya terminando, mi último consejo para rejuvenecer tu vagina es que practiques el sexo a menudo. Ahora dirás… ¡Estás loco!! Si justamente eso es lo que duele! Pues cuanto menos lo hagas más te dolerá y menos ganas tendrás de hacerlo, y así iras perdiendo poco a poco el apetito sexual.


Si aún no estas preparada para mantener relaciones sexuales con penetración, hay mil y una forma de estimularte sin tener que recurrir a eso. Autoestimúlate, vuelve a redescubrir tu cuerpo, demuéstrale a tu clítoris que no lo has olvidado. Intenta masturbarte con lubricantes o puedes incorporar elementos novedosos como vibradores. Nunca es tarde para experimentar..


Aunque tengas pareja, no es nada malo que explores tu cuerpo, de hecho es saludable. Piensa que es como una terapia, en donde necesitas estar relajada. Crea un entorno agradable, con velas, música tranquila y si necesitas una sobreestimulación extra, ahora están de moda las novelas eróticas.
Si has entrado en la menopausia, requieres más tiempo para lubricar, así que una buena forma de conseguir ese tiempo extra, es alargando los preliminares. Reeduca a tu pareja, enseñale a ir más despacio, conviértelo en el número 1 del sexo oral y la masturbación y conseguirás lubricar como nunca antes lo habías hecho!


Ojalá que te haya servido de algo este post y que intentes poner en práctica algunos de los trucos que te he enseñado.


Hasta la próxima!


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