Es una de las enfermedades que se propagan con mayor rapidez, pese a no ser contagiosa y sus consecuencias pueden llegar a ser invalidantes y, en los casos más serios, mortales. La diabetes tipo II es una epidemia en el siglo XXI.
Seguramente, conocen a más de algunas personas que tenga diabetes. Existen diferentes clasificaciones de la enfermedad; desde la llamada tipo I o diabetes juvenil, un padecimiento congénito, a la diabetes tipo II, que en la mayoría de los casos es producto de un mal estilo de vida, en tiempos donde alimentarse mal es más sencillo y económico. Veamos entonces algo más sobre las causas de la diabetes tipo II.
La diabetes tipo II, es una condición que hace algunas décadas sólo se veía en los adultos, por lo que era conocida como diabetes adulta. A diferencia del tipo I, causada por la imposibilidad del páncreas para producir insulina suficiente, esta clasificación tiene otro origen.
La diabetes tipo II, se produce debido a la resistencia de la insulina a la hora de metabolizar el azúcar sanguíneo, ello junto a la disminución en la producción de insulina en el páncreas.
Esos dos factores sumados, hacen que la cantidad de azúcar en sangre se eleve y se llegue a la llamada hiperglucemia, que a la larga causa daños en varios órganos del cuerpo, como los riñones, corazón, provocando además ceguera y problemas para cicatrizar. Hoy, adolescentes e incluso niños, presentan diabetes tipo II.
Actualmente, no existe una cura para la diabetes tipo II pero, siguiendo el tratamiento adecuado y con un cambio de estilo de vida, los pacientes pueden aprender a controlar la enfermedad que los acompañará por el resto de sus años.
En la gran mayoría de los casos, la diabetes tipo II tiene dos causantes claros: mala alimentación y falta de ejercicio.
Las personas obesas, tienen una propensión muy alta de padecer diabetes tipo II, sobre todo cuando el peso sobrante se concentra en el estómago o alrededor de la cintura. Más del 90% de quienes desarrollan diabetes tipo II, tienen sobrepeso.
Si se combina el sobrepeso con falta de actividad física que permita quemar la energía sobrante, las posibilidades aumentan. También existe una propensión genética a padecer diabetes II, por lo que quienes tienen casos en la familia deben extremar los cuidados.
A diferencia de lo que se cree, la diabetes tipo II es más común entre quienes están mal alimentados: Una dieta rica en carbohidratos y azúcares y, baja en consumo de vegetales y frutas, condiciona a padecer la enfermedad.
Hoy en día, tristemente se hace más sencillo y económico el comer mal. El acceso a la comida chatarra es simple y, los precios de los vegetales y frutas suben con frecuencia. El tomarse el tiempo y hacer el esfuerzo por comer bien, es la clave para evitarla.
Mientras que la gente no tome conciencia de los efectos de diabetes, que pueden incluir la amputación de extremidades, fallo renal, ceguera y disfunción sexual, la epidemia seguirá creciendo, no importa la edad, raza o clase social.
Espero que ahora que conoces las causas de la diabetes tipo II y algunas de sus consecuencias, será sólo cuestión de poner en práctica más hábitos saludables.
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